Cuatro brazos robóticos, una torre de visión con controladores, video, audio y proceso de imagen con pantalla táctil. Es el robot cirujano Da Vinci, el instrumento quirúrgico más avanzado del mundo, y ya operó en el Hospital Italiano: extrajo un tumor de riñón a un paciente de 61 años con cáncer. “No es autónomo; requiere intervención y toma de decisiones de un profesional que actúe como operador”, explicó a La Nación Oscar Damia, jefe de Urología y coordinador de la Unidad Robótica del Italiano. Mayor movilidad, más destreza y precisión que la mano humana; cirugías poco invasivas; menos sangrado y menos infecciones postoperatorias; menor traumatismo y dolor posquirúrgico para una rápida recuperación son algunas de las ventajas del cirujano de metal.